La torre de vigilancia

Como su nombre indica, su función principal era vigilar toda la costa para protegerla de ataques de piratas y corsarios, muy habituales alrededor del siglo XV y, por ello, se construyó en una zona costera de más de 160 metros de altura y con largas vistas al mar.

Se han ido haciendo reformas a lo largo del tiempo y en 1441 se habilitó como uso de ermita, de ahí el «ábside» (planta irregular en semicírculo). También se han mejorado accesos y suelos, aunque se mantiene la esencia inicial.

Se puede visitar por dentro para ver incluso una pequeña exposición de imágenes antiguas de la Costa Brava y acceder a la parte superior con unos prismáticos para poder ver el paisaje.

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