Justo en medio del Empordà y muy cerca de las mejores playas y calas de la Costa Brava, se encuentra el municipio de Peratallada (Girona), a caballo entre Barcelona y la frontera con Francia.
Es un pueblo con un acceso sencillo, con un clima inmejorable y, los acontecimientos populares conjuntamente con el patrimonio cultural e histórico, hacen un lugar idílico para unas vacaciones en familia o amigos.
Además, podremos encontrar sus singularidades arquitectónicas e históricas, así como diferentes ofertas artesanales y gastronómicas, repartidas en los diferentes restaurantes que podremos encontrar en los distintos callejones.
El conjunto histórico y artístico, bien cultural de interés nacional
Peratallada ha sido declarada conjunto histórico y artístico así como también un bien cultural de interés nacional. En cuanto a arquitectura medieval, conserva un antiguo aspecto feudal, con callejuelas estrechas y numeroso entrantes y salientes. Realmente, el recorrido por el municipio es una auténtica experiencia y permite ver los diferentes puntos de vista del castillo o palacio y de sus murallas. Toda la población se asienta sobre ella, en roca gres y trabajada de diferentes maneras hasta llegar a un foso excavado en ella.
Qué significa Peratallada?
Una vez hemos visitado el municipio, se hace muy evidente su definición. Fue una de las poblaciones de Catalunya mejor fortificadas en épocas medievales ya que, su sistema defensivo estaba formado por 3 recintos amurallados, uno principal con el castillo y otros dos en norte y levante, que protegían el foso excavado.
La parte visible tiene unos 8 metros de profundidad, destacando el castillo fortificado con su torre, murallas e iglesia de Sant Esteve, todos datados de entre el siglo XI y XIV. Cabe destacar que Berenguer de Cruïlles, obispo de Girona y primer presidente de Catalunya, era natural de esta población.